La piel es el órgano de mayor tamaño en el cuerpo humano y se conoce que existe una estrecha relación entre la alimentación y el estado de nuestra piel.
Hoy hablaremos sobre el manejo de los pacientes con psoriasis desde el punto de vista nutricional, comprende unas determinadas medidas terapéuticas y cambios en el estilo de vida que hacen referencia a la alimentación, la exposición al sol, el consumo de fármacos, los traumatismos y el entorno laboral.
La psoriasis es una enfermedad crónica de la piel caracterizada por placas recurrentes, enrojecidas y cubiertas descamación de la misma. Su diagnóstico es fundamentalmente clínico por parte del dermatólogo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más del 2% de la población mundial sufre de esta enfermedad.
En su mayoría afecta la piel y uñas, aunque suele haber casos de afectación sistémica, ejemplo: mucosas y artritis psoriásica. Es importante comentar que la psoriasis no es contagiosa, pero sí tiene un componente genético, por lo tanto si un familiar lo padece, las posibilidades aumentan.
Diversos estudios indican además que puede haber relación entre la obesidad y el padecer psoriasis. En ambos casos existe una situación de inflamación. Se ha visto que las personas obesas sufren la psoriasis con mayor severidad y pueden tener una peor respuesta a los tratamientos. Mantener tu peso ideal a través de unos buenos hábitos alimentarios es fundamental. La severidad de la psoriasis ha resultado ser mayor en personas con alta ingesta calórica y con algunos de estos padecimientos englobados dentro del síndrome metabólico, como ser, hipertensión arterial, obesidad, resistencia a la insulina y dislipidemias.
La alimentación más recomendada en nuestra población, la que ayuda a prevenir enfermedades y a la vez mantener mejor la salud en general y en especial la salud cardiovascular, es la que sigue el patrón conocido como dieta mediterránea. Ésta consiste en seguir una alimentación basada en un consumo elevado de frutas y verduras, cereales integrales, legumbres y frutos secos; un consumo adecuado de pescado, carne magra y huevos y el uso de aceite de oliva virgen extra como grasa principal. También se basa en priorizar siempre los alimentos frescos y de temporada, evitando todos aquellos muy procesados. Comúnmente reconocida por sus múltiples beneficios, en los últimos años también se está relacionado con una mejor flora intestinal.
En personas con psoriasis es frecuente encontrar desequilibrios en la composición de la flora y mucosa intestinal que se manifiestan por ejemplo con alteraciones en la tolerancia al gluten, siendo la mayoría serán sensibles al gluten por lo que hay que reducirlo de la dieta.
Las personas con psoriasis tienen más necesidades nutricionales debido a la situación de inflamación crónica y de permanente recambio cutáneo. Especialmente es recomendable que potencies de manera habitual el consumo de ciertos alimentos con propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. Los alimentos que contienen más antioxidantes son: todas las frutas y verduras frescas, semillas y frutos secos. Sin olvidarnos del aceite de oliva virgen o virgen extra, el té verde y el chocolate negro (más de 70% de cacao). Por otro lado, los ácidos grasos omega 3, que son unas grasas esenciales para nuestro organismo, son la fuente principal de sustancias antinflamatorias en nuestra dieta. Los omegas 3 los encontramos: pescado azul como el salmón, el atún, la sardina, la caballa; semillas como la chía, lino y las nueces.
Es posible que durante años hayas recibido el mensaje que las grasas son malas y deben evitarse. Nada más lejos de la realidad, nuestro cuerpo necesita grasa para funcionar correctamente. Ahora bien, no de cualquier tipo, sino grasa de calidad. Sin embargo, si es imprescindible que elimines las grasas que provienen de carnes grasas, embutidos grasos o quesos curados o grasos y especialmente de productos envasados como los precocinados, los productos de pastelería o la comida rápida.
La alimentación es un factor afectado por falta de educación nutricional y en muchos países por las situaciones socioeconómicas. Para una intervención nutricional adecuada, se debe aplicar toda la base científica, para su adaptación en los distintos casos que se puedan presentar.
Actualmente se reconoce que las intervenciones basadas en cambios alimentarios son la primera elección, por lo que te aconsejo realizar las siguientes pautas:
Consumir 2 raciones de vegetales o verduras como el rábano, pepino, apio, col, pimientos, espinaca, cebolla etc.
Incluir variedad de proteínas en nuestra dieta, siendo el pescado fresco de mar el que se consuma más veces a la semana.
Consumir las frutas en su versión natural, no jugos no batidos no coladas.
Optar por ingerir una porción de frutos secos en nuestros refrigerios- 30gr.
Limitar al máximo el consumo de alimentos y bebidas ultraprocesadas con alto contenido de azúcar y grasas saturadas
Evitar alimentos ricos en sodio: embutidos, enlatados y el excesivo uso de sal de mesa
Realizar ejercicio a diario empezar con 30 min al día y agregar el tiempo progresivamente cada semana hasta hacer la hora completa.
La correcta hidratación, es vital al menos 2 lts de agua al día.
Dormir las horas adecuadas, 8 horas a partir de no más de las 22:00 es lo adecuado para considerar una buena calidad de sueño y descanso.
Tips culinarios para evitar el abuso de las grasas en las comidas
Con solo una pequeña cantidad de grasa se puede conseguir el sabor deseado. Las pautas actuales sobre el consumo de grasa recomiendan limitar su ingesta al 30% del aporte calórico diario total.
Use sartenes antiadherentes y ollas de acero inoxidable o de barro. Este tipo de utensilios te permiten cocinar recetas deliciosas con menos grasas y aceites.
Coloque su aceite en un recipiente tipo spray para que se coloque en cantidades controladas.
Realice preparaciones con papel de aluminio o encerado para hornear. Este método permite ahorrar la necesidad de aceites y salsas a la vez que preserva el sabor original de los alimentos y evita que se peguen los alimentos.
Quítele la piel al pollo, al pavo y al pato, evitará consumir una gran cantidad de calorías y grasa.
Si prepara una sopa con hueso, deje enfriar y retire la grasa que reposa en la superficie antes de calentar y comer.
Use vinagre en las salsas para las ensaladas. El vinagre de sidra, estimula la digestión y según algunos estudios, está asociado con la pérdida de peso.
Condimente sus alimentos con hierbas aromáticas frescas, cebolla, jengibre o ajo en vez de usar salsas pesadas con grasa.
El Universo/26 de junio 2023
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