Salteado, en ensalada o en guisos, en España existen numerosas maneras de preparar el repollo, una hortaliza que desde siempre ha formado parte de nuestras recetas, aunque no sea la más conocida de todas. Una dieta variada, llena de alimentos saludables, preparados de la forma más adecuada, ayuda a que podamos conseguir todos los nutrientes que nuestro cuerpo necesita para funcionar bien.
A pesar de que no es considerada la verdura más energética o con mayor valor nutricional, se trata de un alimento recomendable por ser bajo en grasas, rico en fibra y antioxidantes. El repollo es un alimento versátil que se puede consumir de numerosas maneras, convirtiéndose en un estupendo complemento en los menús habituales de los amantes de las verduras y la alimentación variada.
El repollo es rico en vitamina C, que resulta ideal para fortalecer el sistema inmunitario, combatiendo virus, hongos y bacterias y combatiendo resfriados y catarros. Gracias también a la vitamina C y los betacarotenos que contiene, reduce los niveles de colesterol ‘malo’, o LDL, en la sangre. Estos dos son nutrientes antiinflamatorios, que mejoran la relajación de los vasos sanguíneos, lo que facilita la circulación y previene la tensión alta. La vitamina C es también antioxidante, que previene el envejecimiento y favorece la producción de colágeno y previene la flacidez.
Es fuente de fibras solubles que disminuye el estreñimiento y la absorción de la grasa e inhibe la producción de colesterol en el hígado, su alto contenido en fibra hace que sea ideal para mantener una digestión saludable. También contiene glucosinolatos, que ayudan a proteger el revestimiento del estómago y reducir la inflamación, esto contribuye a mejorar la salud general del sistema digestivo, porque puede ayudar a calmar trastornos intestinales como los producidos por el síndrome del intestino irritable.
Fuente: 20min.es
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