El estudio señala que el consumo de almendras tiene un impacto positivo en la salud cardiovascular y puede modular el microbioma intestinal. Específicamente, el consumo de almendras se ha asociado con mejoras en la función endotelial, los perfiles lipídicos y la composición corporal, que son factores importantes en la salud cardiovascular.
También se han asociado con reducciones en el porcentaje de grasa corporal y la adiposidad central, que son factores de riesgo para enfermedades cardiometabólicas.
Con respecto al microbioma intestinal, se ha demostrado que el consumo de almendras aumenta la producción de SCFA beneficiosos, particularmente butirato, que tiene propiedades antiinflamatorias y puede desempeñar un papel en el metabolismo del colesterol, además el consumo de almendras también se ha asociado con cambios en la composición de la microbiota fecal, incluidos aumentos en la riqueza, uniformidad y diversidad bacteriana, particularmente dentro de la familia Ruminococcaceae.
Fuente: Nutrients
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