Los científicos explican que cuando las personas comen, ingieren los ácidos nucleicos que se encuentran en todos los seres vivos. Los compuestos de estos ácidos podrían inhibir el crecimiento de las células cancerosas, según recoge la investigación publicada en Plos One por la profesora adjunta Akiko Kojima-Yuasa de la Universidad Metropolitana de Osaka y sus colegas.
Los nucleótidos y nucleósidos que resultan de la digestión de los ácidos son en gran medida los responsables de estos efectos beneficiosos.
Fuente: University of Cambridge
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